La frase que titula este post fue una de las primeras que leí cuando empezaba a estudiar fotografía. También es una de las que más me impactó. Lo que lamento es que no recuerdo de quién era. Hace unos días la recordé porque me topé con una especie de representación real de ella mientras revisaba el blog de Chase Jarvis. ¿Qué les parece?
Vivo en Toledo. Un lugar fotografiado hasta la extenuación. Mismas composiciones, paisajes, etc. Lo fácil es caer en la monotonía. Aún así, de vez en cuando, alguien surge y hace de la foto eterna y repetitiva algo nuevo. Para más señas: http://www.davidutrilla.com. Un conocido y maestro de fotografías.